Desde hace ya varios años, la preocupación por la sostenibilidad ha impulsado a diversas industrias a evaluar y reducir el impacto ambiental de sus procesos y operaciones. En este contexto, el Análisis del Ciclo de Vida (ACV o Life Cycle Assessment, o LCA, por sus siglas en inglés) se vuelve una herramienta clave para analizar y mejorar la sostenibilidad de toda una cadena productiva de un producto final.
Cadena de valor en pet food, la pieza clave
La cadena de valor de la producción de alimentos para mascotas y su importancia es una pieza clave en la conversación sobre la sostenibilidad del sistema productivo de la industria, cuya cadena en particular representa entre el 1,1% y el 2,9% de las emisiones globales de GEI agrícolas. Esta situación se ve exacerbada por ciertos productos en particular, como es el caso de los considerados premium o de primera calidad, por su mayor contenido de carne, lo que implica mayor necesidad de emisiones de GEI y explotación de tierras agrícolas para conseguirlos. Si, como empresas, nos comprometemos a cuantificar los impactos ambientales de la cadena de valor de nuestros productos, podremos iniciar un plan de acción y una conversación basada en datos hacia un futuro más sostenible.
Objetivos basados en la ciencia
Siguiendo el objetivo de reducir las emisiones y el impacto ambiental de la cadena de valor de una empresa, producto o incluso industria, es necesario reconocer los SBTi, Science Based Target initiatives, lo que en español conocemos como objetivos basados en ciencia. Esta iniciativa motiva e incentiva a las empresas a que cuantifiquen su huella de emisiones y establezcan objetivos que sigan la línea de alcanzar o sostenerse en 1,5º o, al menos, por debajo de los 2º. En nuestra industria, la mayoría de las emisiones provienen de la cadena de suministro, conocida como Categoría 1 de Alcance 3 (bienes y servicios adquiridos) en el Protocolo de GEI, que se relaciona con las materias primas compradas para crear productos alimenticios. Medir la huella de carbono a nivel de producto facilita un debate más fundamentado en datos sobre las estrategias de reducción a lo largo de la cadena de suministro, además de ampliar las oportunidades para financiar iniciativas que disminuyan las emisiones en toda la cadena de valor.
Análisis de ciclo de vida aplicado a la industria pet food, una herramienta para construir futuro
La comunidad científica tiene el ojo cada vez más puesto en la sustentabilidad. El aumento de la demanda de alimentos para mascotas hace que también aumenten, en consecuencia, los recursos que se utilizan. Para trabajar sobre el impacto que tiene la producción, es necesario contar con datos certeros e información validada que permita tomar decisiones conscientes y objetivas.
El Life Cycle Assessment, o Análisis de ciclo de vida, es una metodología estandarizada que permite evaluar los impactos ambientales de un producto, proceso o servicio a lo largo de todo su ciclo de vida, desde la extracción de materias primas hasta la disposición final, considerando aspectos como el consumo de energía, emisiones GEI, uso del agua y generación de residuos, entre otros. Consta de cuatro fases principales:
- Definición del objetivo y alcance: se definen los límites del estudio y los impactos que se evaluarán.
- Inventario: Se recopilan datos sobre el uso de recursos y emisiones asociadas a cada etapa del ciclo de vida.
- Evaluación del impacto: Se traducen los datos del inventario en impactos ambientales específicos.
- Interpretación de resultados: Se analiza la información obtenida para reconocer oportunidades de mejora y reducción del impacto.
Una evaluación del ciclo de vida de pet food para perros brasileños identificó a la etapa de formulación como la de mayor influencia en la sustentabilidad de un producto, representando entre el 70% y el 90% de los impactos ambientales totales. Algunas de estas consecuencias ecológicas incluyeron la eutrofización terrestre y marina, la acumulación excesiva de nutrientes, la acidificación de los océanos, la contaminación por partículas y el cambio climático.
LCA aplicado a la industria pet food
El LCA es un sistema que permite identificar los puntos críticos de un proceso productivo y tomar decisiones basadas en datos con el objetivo de reducir el impacto ambiental. Algunas áreas clave donde esta metodología puede ser aplicada son:
- Materias primas y formulación: Los ingredientes utilizados para producir alimentos para mascotas representan una de las principales fuentes de impacto ambiental, como es el caso de la carne o el pescado, por ejemplo, los cuales se obtienen mediante un proceso que utiliza muchos recursos naturales. Con el proceso de Análisis de ciclo de vida, una empresa puede evaluar el impacto de utilizar opciones más sostenibles, como podrían ser las proteínas alternativas de insectos, algas o subproductos cárnicos.
- Producción y procesamiento: Las plantas de producción consumen energía y agua, además de generar emisiones y residuos. Un análisis detallado ayuda a identificar formas de optimizar el consumo energético, reducir el uso innecesario de agua y mejorar la eficiencia general. También aporta claridad sobre el beneficio de incorporar energías renovables o tecnologías más limpias.
- Envasado y distribución: El envasado y la logística de los productos también tienen un impacto ambiental significativo. A través del LCA se puede analizar la elección de packaging más sostenible, como puede ser el caso de los paquetes biodegradables, reciclables o reutilizables. En el caso de la distribución, se pueden evaluar alternativas para optimizar las rutas de reparto para reducir la contaminación.
- Uso y descarte: El impacto del pet food no termina con su consumo, dado que, según el tipo de packaging y envasado, también se acumulan residuos y contaminación variada. Contar con un LCA permite diseñar estrategias de reciclaje, reducir la generación de residuos y fomentar la educación ambiental entre sus consumidores.
Conclusión
Implementar el proceso de Análisis de ciclo de vida a la industria pet food nos permite visualizar innumerables beneficios, desde reducir la huella de carbono, optimizar la utilización de los recursos no renovables y, fundamentalmente, tomar mejores decisiones. Sus beneficios y oportunidades posicionan al LCA como una herramienta altamente útil para la industria pet food en su camino hacia la sostenibilidad.
Por All Pet Food
Fuente: All Pet Food Magazine
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Sobre el autor
Maria Candelaria CarbajoCreativa interdisciplinar, traductora y redactora. Colaboro en la producción y redacción de proyectos creativos y de alto impacto para fomentar el intercambio cultural, transmitir valor diferencial y conectar con sus personas-audiencia. Me gusta el trabajo en equipo y unir fuerzas, experiencias y conocimientos para llevar al mundo todo el potencial que tienen las ideas que buscan impactar positivamente en la vida de los seres humanos.
Sustentabilidad
14/04/2025